No hay que ser un fanático del thriller psicológico para admitir que John Katzenbach tiene más que merecida una recomendación, tan solo haber sucumbido a la parálisis y el terror.
El objeto de halago no es El profesor, su última novela. Después de leer y reseñar Se lo que estás pensando de John Verdon (salvo la aparición de un acosador inteligente nada tienen que ver una y otra) un twittero me recordó que tenía una tarea pendiente. A diferencia de la historia de Verdon y otras muchas del tipo detectivesco y policíaco El Psicoanalista no es una novela más de crimen e investigación con un enigma de fondo. Esta es una historia de juegos diabólicos. Donde un asesino busca venganza, donde un culpable busca redención. Y en la que el arte de la manipulación, la farsa y la doble identidad es cosa de ambos.
Un psicoanalista de Nueva York recibe una carta amenazadora el día de su 53 cumpleaños. Pero no se trata de una advertencia cualquiera. Ricky Starks tiene 15 días para descubrir el nombre de su acosador. Pasado este tiempo sólo su suicidio salvará a uno de sus parientes de la destrucción que el autor de las amenazas está dispuesto a llevar a cabo. ¿Quién es capaz de tanta perversión? ¿Y por qué?.
Como en las mejores tramas conspirativas, la novela fluirá en un clima de desesperación e impotencia y se desarrollará ante la mirada atónita y confusa del protagonista que ve como su realidad es fulminada de la noche a la mañana. Nada ni nadie parece tener consistencia alguna, todo lo conocido se desvanece, su consulta, su rutina, su profesión… No hay por lo que creer o ser creído. Mientras el acosador avanza, crece la tensión y el pánico. Los personajes son fantasmas devastadores que construyen una realidad incoherente, tanto aquellos que le persiguen como aquellos a los que acude para pedir ayuda forman parte de una situación surrealista que cada día que pasa le acerca un poco más al suicidio como destino verdadero y único.
¿Estás aprendiendo? ejercicios aquí!!!
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